
Los insectos de la calabaza figuran entre los insectos más comunes de los jardines. Estos insectos pueden causar muchos daños no solo a las plantas de la familia de la calabaza, sino también a otras variedades cucurbitáceas como los pepinos, los melones y las calabazas.
El insecto de la calabaza adulto es gris y mide cinco octavos de pulgada (1,58 cm) de largo. Algunos insectos adultos tienen manchas alternas doradas y marrón en el borde del abdomen. Los adultos suelen vivir entre 75 y 130 días. Durante los primeros 33 días antes de hacerse adultos, las ninfas pasan por cinco mudas de piel, llamadas estadios.1 Las ninfas emergen de sus huevos con un color verde y luego cambian progresivamente a un tono más gris con cada estadio. Al alimentarse, penetran el tejido de las hojas de la planta de la calabaza para succionar los jugos, a la vez que inyectan una saliva altamente tóxica en las hojas. Esto hace que las hojas se marchiten y mueran, y si muchas hojas mueren, la planta no puede alimentarse, de manera que también muere. En algunos casos, las ninfas y los adultos están infectados con la bacteria causante de la enfermedad de la enredadera amarilla de las cucurbitáceas. Así que cuando inyectan su saliva en la planta, también transfieren la bacteria. Esto puede ser fatal para las plantas que, de no ser así, podrían sobrevivir los embates de los insectos de la calabaza.2
